Las joyas son zafiros o rubíes artificiales fabricados por el hombre, que se taladraron, biselaron y pulieron para que sirvan de cojinetes para los engranajes y de piedras para los brazos de las paletas. Reducen al mínimo la fricción creada entre las piezas mecánicas. Un buen reloj mecánico requiere al menos 15 joyas. Debido a que tienen muchos más engranajes y piezas móviles, los relojes automáticos a veces tienen hasta 25 joyas.