Oris se fundó en 1904 y, desde 1982, es una empresa de capital mayormente privado que pertenece a los miembros de su junta directiva y sus gerentes. En 1985, mucho antes de que surgiera la tendencia actual de los relojes mecánicos, Oris aprovechó su independencia y comenzó a centrarse en los relojes mecánicos, para abandonar progresivamente los relojes de cuarzo a principios de la década de 1990. Hoy en día, esta estrategia sigue demostrando su eficacia: Oris desarrolla relojes para personas que siguen su propio camino, es decir, clientes que desean auténticos relojes mecánicos suizos con soluciones innovadoras y valores reales. Aunque los relojes Oris establecen nuevos estándares, siempre cumplen el principio: «Todo tiene que tener sentido».