Le hacemos una serie de recomendaciones. Para minimizar la oxidación de los componentes de bronce de su reloj antes de usarlo, manténgalo envuelto en su papel protector original y no lo envuelva en plástico. En general, evite tocar el reloj, ya que podría provocar la decoloración de la superficie en determinadas zonas. Lo ideal es que, cuando ajuste un reloj de bronce, lleve siempre guantes. Guarde el reloj en un lugar fresco y seco y alejado de la luz solar directa. Es posible limpiar un reloj de bronce y devolverle su color original, pero le recomendamos que no lo haga. En su lugar, deja la pátina, ya que actúa como una capa protectora natural para el bronce. Si descubre marcas antiestéticas y quiere restaurarlas, puede hacerlo mezclando sal con un poco de vinagre y frotando el reloj con un cepillo suave y después aclarando con agua.